Hans Zimmer.
Cada vez que leo ese nombre se me ponen los vellos de punta, siento escalofríos en el cuerpo y un nudo se aloja en mi garganta.
Y es que, si sois un poco cinéfilos como yo, su nombre os sonará. Este gran hombre es el autor de Bandas Sonoras cinematográficas como Interestellar, Piratas del Caribe, Inception, El Último Samutai, Gladiator o Pearl Harbor.
Y un largo y maravilloso etcétera.
Decir que todo lo que crea es puro oro me parece quedarme corta, pues este virtuoso compositor ha sido nominado nada menos que 68 veces en toda su carrera.
Hacía mucho que quería hablar sobre este tema, pero como dije al presentar este Blog, hay cosas que me cuesta compartir. Y esta es una de ellas. No porque no quiera, es simplemente por que hay ciertas composiciones que hacen que me sienta muy pequeña. Que me emocionan o que me transmiten tantas cosas que es abrumador.
Pero tengo 18 años y creo que no todo el mundo comprendería estas extrañas sensaciones que tengo, siento que de todos modos, nadie lo haría. Me encantaría encontrar a una persona con la que compartirlo. Alguien que depositara su fe en mi y se dejara llevar por lo que la música le transmite. Al fin y al cabo, son estas pequeñas cosas las que realmente hacen feliz al ser humano.
Ojalá pudieras escuchar A Way of Life de Zimmer mientras me lees, sabrás de lo que te hablo. O quizás no.
Creo que al igual que ver una Ópera, este tipo de música puede hacer o bien que te encogas de hombros, o bien que llores. No llorar de felicidad, ni de tristeza. Llorar por lo que algo tan humano y cotidiano como la música puede transmitirte. ¿No te sientes abrumado por su belleza? ¿Acaso soy la única fascinada?
Estoy segura de que alguna vez has ido por la calle con los cascos puestos y tu cuerpo siguiendo el ritmo de la música. También de que alguna vez has pensado en que la vida es mejor con una Banda Sonora de fondo. ¿No es mucho más triste una muerte, cuando oyes un violín tocar? ¿No te invita a luchar a ti, espectador, cuando los tambores retumban, señal de que la guerra acecha? ¿Y el piano, no es más romántico ese primer contacto visual cuando la música lo acompaña?
Si no lo has hecho, pon la canción que te he recomendado e invita a tu pareja a la cama. Comienza a acariciarla suavemente y mantén el contacto visual con ella. Sentaos uno frente al otro. Desliza tu mano por su mejilla y acerca su rostro al tuyo. Tómatelo con calma y déjate llevar por la música de fondo. Bésale despacio, como si quisieras reconocer cada centímetro de sus labios. Invítala ahora a tumbarse junto a ti y sigue besándola, sigue acariciándola sin decir una sola palabra.
Ahora, quitaos la ropa sin despegar la boca de la del otro. Cuando estéis totalmente desnudos, recorre su cuerpo como si fuera la primera vez que lo haces. De nuevo, tómate tu tiempo, pues descubrirás rincones que quizás te eran más desconocidos de lo que pensabas. Siente la calidez de su cuerpo y la suavidad de su piel. El aroma que desprende y el latir de su corazón.
Creo que lo demás es historia.
Quizás yo sea la única, pero lo que la música hace en momentos así, es pura magia. Quizás te sorprendas de lo abrumado que puedes llegar a sentirte. Y quizás, sea una experiencia que quede alojada en alguna parte de tu cerebro para siempre. Una experiencia que puedas recordar, sentir y desear volver a experimentar.
En cuanto a Hans Zimmer, gracias por emocionarme, por hacerme soñar con cada composición y por hacer que me de cuenta de que «mi tipo» es alguien que comprenda y provoque en mi lo que tú ya haces.
R.
P.D: Now We Are Free, B.S.O. de la película Gladiator también es una obra maestra.
Links:
https://www.youtube.com/watch?v=0AC4ovCUs4Y (The Way of Life)
https://www.youtube.com/watch?v=-yOZEiHLuVU (Now We Are Free)